Como sabemos, la eficiencia energética tiene como objetivo principal la optimización de los procesos, es decir producir los mismos bienes o servicios utilizando menos energía.
Tanto los individuos como las organizaciones (empresas en general) son consumidores directos de la energía y pueden reducir el consumo energético para reducir costos y promover la sostenibilidad económica política y medioambiental.
Es claro, si conseguimos hacer lo mismo consumiendo menos energía, esto significará una disminución muy significativa del impacto ambiental de la producción de dicha energía.
¿Cómo podemos realizar un uso eficiente de la energía en la oficina?
Con una serie de medidas básicas y de fácil aplicación:
• Aprovechemos la luz natural siempre que sea posible.
• Evitemos tener que encender todas las luces si sólo queremos iluminar un área determinada.
• Apaguemos las luces cuando no se estén utilizando.
• Configuremos el equipo informático en “modo ahorro”.
• En paradas cortas de más de 10 minutos apaguemos la pantalla del ordenador.
• Desconectemos el ordenador al final de la jornada y evitemos el “stand by”
• Reduzcamos y reutilicemos el papel.
• Mantengamos las puertas y ventanas cerradas cuando esté la climatización en funcionamiento,
• Apaguemos la climatización de las zonas que no estén ocupadas.
• La climatización debe de estar en 24º C en verano y 21 ºC en invierno.
Con estos sencillos consejos estaremos contribuyendo notablemente a la reducción de la emisión de gases de tipo invernadero que se producen en la generación de la Energía y promoviendo el uso eficiente de la misma.